El lado B de la COP27: Patrocinadores contaminantes y vuelos en jets privados

A cinco días del inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de este 2022 (COP27) en Egipto, diversos líderes políticos y representantes de empresas de todo el mundo se han alzado en la búsqueda de medidas para hacer frente a la emergencia global, las que incluyen reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y cumplir con los compromisos de financiación de acción climática.

Sin embargo, y pese a los discursos en apoyo a medidas más eficientes, ha quedado al descubierto el lado B de la COP27 tras las advertencias de expertos y autoridades de greenwashing o lavado verde de imagen por parte de las compañías y los países.

Contaminación de los participantes

Uno de los focos a enfrentar para generar avances a nivel global es la disminución en la emisión de gases de efecto invernadero, principalmente del CO2 emanado al quemar combustibles, que contribuye directamente al calentamiento global.

Por esta razón, no ha quedado indiferente para activistas y expertos la utilización por parte de las autoridades de más de 36 jets privados que aterrizaron en Sharm el-Sheikh para el encuentro, según información del Financial Times. El avión que voló a Egipto con mayor frecuencia fue el Gulfstream G650, que usó alrededor de 500 galones (1.893 litros) de combustible por hora.

El informe Private jets: can the super-rich supercharge zero emission aviation? del grupo ecologista Transport & Environment, reveló que los aviones privados son 10 veces más contaminantes de carbono que los aviones de pasajeros y 50 veces más que los trenes.

Una de las figuras destacadas por la utilización de este medio de transporte para llegar a la COP27 en Egipto fue el actual primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak. Tal como informó la BBC, Sunak y el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, llegaron en un Airbus A321-253NX alquilado por el gobierno, que usa alrededor de 2,6 toneladas de combustible por hora.

Usando los factores de conversión del gobierno, eso significa que el vuelo a Sharm el-Sheikh habrá emitido alrededor de 41 toneladas de CO2. El uso del multiplicador BEIS lo lleva a 78 toneladas de CO2 equivalente.

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Caso de Coca-Cola y Greenwashing

Otro de los factores que ha levantado críticas a la conferencia de este 2022 fue el anuncio de que la multinacional Coca-Cola sería uno de los mayores patrocinadores de la COP27, que fue considerado como una muestra de greenwashing.

Tal como informó la asociación medioambiental Greenpeace, Coca-Cola encabeza la lista de las firmas que más contaminación con plásticos causan en el mundo, ya que produce aproximadamente un 10% de los envases plásticos que se desperdician en el planeta, el equivalente a tres millones de toneladas.

Para el eurodiputado, Mounir Satouri, relator permanente del Parlamento Europeo sobre Egipto, el patrocinio de Coca-Cola "marca la deriva de las COP, una deriva a la que solo la participación real de la sociedad civil puede poner fin", explicó Satouri. Además, concluyó que las COP "no pueden convertirse en cumbres que beneficien corporaciones que contaminan y dañan la salud pública".

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Incluso, debido a estas situaciones, la joven activista sueca, Greta Thunberg, a modo de protesta, optó por no asistir a la cumbre de este año, justificando que el evento es “una oportunidad para que las personas de poder puedan usar el greenwashing y hacer trampa”.

En un informe publicado por un grupo de expertos de la ONU durante la jornada de este martes de la COP27, advirtió que las promesas de empresas, bancos y ciudades para lograr emisiones netas cero a menudo equivalen a un greenwashing. El documento, encontró que "demasiadas de estas promesas son poco más que eslóganes vacíos y exageraciones".